domingo

Vete

- ¿Qué quieres?
- Te extraño.
- Ándate, ya te olvidé.
- Lo sé... solo quiero decirlo una vez más.
- No lo necesito.
- Te extraño.
- No me extrañas, nunca lo hiciste.
- Si, te extraño más de lo que yo mismo pude imaginar.
- Largo de mi vida.
- ...ya no estoy.
- ...
- No me ves, no me escuchas, no me sientes, no existo dentro de ti.
- ¿Por qué haces ésto?
- Porque te extraño.
- Ya lo dijiste.
- Solo me falta decirte algo más.
- ¿Qué?
- Te esperaré.
- No lo hagas.
- Lo haré, porque ya no basta con tu recuerdo, necesito tu aliento, lo  necesito... te necesito, Alicia.
- Yo nunca te necesité.
- Lo sé... aún así, te extraño y te esperaré.
- No te amé.
- Lo sé...
- Nunca te extrañaré.
- Lo sé...
- ¿Para que sigues con todo ésto, Tomás?
- Para que sepas que en algún momento te amé, que ahora nunca te olvidaré. Te extraño... y me tranquiliza saber que lo sabes...
- Vete...



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