lunes

Déjame decir lo último.
Ya sé lo que quieres y lo que necesitas.
Y yo te lo daré.
Moriré. Me estabas matando de a poco y por fin estoy llegando al final.
No te culpes. Tienes la culpa, tengo la culpa. Pero no es necesario decirlo.
Solo pasó.
Me iré de tu lado por siempre.
Yo pensaba que podría volver, pero veo que tu no quieres nada de esas cosas.
Me voy.
Y lo vuelvo a repetir.
Me voy.
No me esperes más... tanto que has esperado. Tanto que has tratado de comunicarte conmigo. Tanto que he tratado de conversar contigo. Pero ya no vale la pena ni la alegría. No vale nada.
Créeme que aún estaré si tu lo quieres.
Pero no me verás.
Solo me sonreirás. Y yo ya no seré nada.
Y tu, lo serás todo.
Dejarás de mirarme con esos tristes ojos de muchacho.
Y me olvidarás... no sabrás ni mi nombre, ni mis palabras...
No recordarás nada.
La culpa será tuya ajenamente.

Pero no te culpes.

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