Luna llena

El pincel solo se movía, resultaba cada vez más entusiasmado pintando alguna escena abstracta a los ojos de los demás. La mano dejó de actuar por si misma y fue el pincel aquél quien nació y comenzaba a abrir los ojos ante un telar con colores por montones: azul... morado... amarillo... verde... La forma más hermosa que podía haber nacido con sus ojos llenos de lágrimas de óleo y una sonrisa que la expresaba con una luna llena que dibujaba brillante y enorme. Era como si el mismo pedazo de madera quisiera expresarse y decirte algo. "La luna fue pintada para ti", trataba de decirme con solo los colores. Hermosa como ella misma.

De pronto recordé. Aquél pincel sucio y descuidado era el favorito de ella. Era su preferido. Ése fue el que la acompañaba siempre, él que ella decía que parecía que tuviera vida propia y aún así me lo había regalado esa noche... Era de ella y a través de aquel dulce y hermoso dibujo hecho por un pincel, quería decirme que aún recordaba las noches de luna llena... aun en sus recuerdos me soñaba... aún en su piel me sentía... aún en sus labios me besaba... igual como esa noche de luna llena.... igual...

"Hoy la luna está pintada para ti, mi amor. Está como justo me la imaginé que estaría algún día cuando te pintara dentro de mi luna. Está así porque yo pude pintarla con mi imaginación solo para ti, mi bebé. Será tuya y así no me olvidarás jamás porque viendo la luna podrás recordarme todas las noches, porque dentro de ella, estaremos reunidos todas las noches. Te amo, mi vida. Eres mi luz, mi alegría, mi melodía, mi sentir, mi ilusión y mi realidad, mi pensamiento, mi raíz. Eres para mi todo lo que soy, eres mi cuerpo. Eres yo y yo soy tú, eres lo que soy y lo que seré. Eres mi presente, mi pasado y mi futuro. Eres mis días y mis noches. Eres mi luna, sí! eres mi luna..."