¿Cuál es la idea, pequeño Cu-cú? Ya no hay ideas de las que pueda imaginar para poder parar el tiempo como lo pude hacer alguna vez.
"Cu-cú! me volvía a decir, nosé si lo decía para afirmar lo que yo decía o quizas para interrumpir mis esteparios pensamientos que llenaban el vacío de esa habitación para poder olver a decirme algo ese reloj que colgaba y aún así sigue viviendo, pero grcias a un poco de cuerda que yo logro hacer de vez en cuando para que pueda entregarme lo tan necesario en la vida. El tiempo del momento que estoy viviendo. El tiempo me tiene en sus manos.
"Cu-cú" ¡Ya Basta! no puedo entenderte ¿Qué quiers que haga? Ya tienes mi atención, ¿Qué falta? Dime para poder juzgarte...
"Cu-cú... Cu-cú... Cu-cú...". Esa infernal voz volvía a salir y entendí. Quería decirme lo aterrada que me veía ahí viéndolo a él, lo infeliz que me hace estar sentada 23 horas al día antes de morir rutinariamente en mi cama, dulce cama que me hace olvidar, para luego volver a levantarme y seguir teniendo esperanzas de que en algún momento el tiempo dejará de andar, dejará de caminar para que yo pueda seguir mi vida como siempre, de una sola línea, sin un "Cu-cú" que me tenga que decir que ya todo pronto acabará...
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