jueves

Fragmento

Que luz! Dios!, que me has regalado, tan hermosa y peligrosa a la vez como si pudiera sentir su calor. 

Dan ganas de tocar ese fuego que exala de la vela, luz intocable y delicada... qué hacer para que siempre estuviese prendida y pudiera darme esa hermosa iluminación que no sabe hace ni la ampolleta, ni siquiera el Sol con sus confortables brazos de rayos. Solo esa luz provocativa y sensual hace que en mi nazca ese cosquilleo sano y promiscuo a la vez. Dan ganas de acariciar, de tocar, de sentir esa iluminacion perfecta, ganas de besar, morder, de mirarle a los ojos, como si los tuviera. Dan ganas de que ese calor se humedezca y pueda rozar tu piel. Es casi invaluable. Es casi divino, casi santo como para apagarlo y dejar que la luz muera.
Fuego manejable, domable para mis manos y no para otras. Con suavidad y dulzura haré que esta luz sofocante haga nacer en mi la lujuria que nadie ha podido descibrir jamás.

Agonia.. Fiebre... Amor por el calor intenzo que nace de la cresca de la moderna figura de cera.

No hay comentarios.: